Juguetes

 Ediciones de la Luna presenta la segunda edición de Toscolitio, juguetes de agua de Marcelo Meza

www.edicionesdelaluna2.blogspot.com.ar


 













 




Nuevo libro de Marcelo Meza



Presentación universal de Toscolitio, Juguetes de agua.


 Editorial Macedonia
 Formato de bolsillo. 13 x17,5 cm
122 páginas.
Buenos Aires, 2012.
Arte de tapa: Sandra Arteaga


Una lectura ideal para niños.





AUDIO de las palabras de Mirna Salotti






Si querés bajar el audio clic en el link de abajo
mp3 palabras de Mirna 











Presentación del libro Juguetes de agua.

 Por Mirna Salotti

19 de diciembre de 2012
El Roncal


“Te propongo esencia, no soy de acá, no tengo amigos.
Soy nuevo.
Cerrá lo ojos, dale, jugá conmigo. Jugá, dale”.

Este es un párrafo nomás de los tantos relatos que tiene este libro y lo que a mí respecta creo que es la esencia de lo que viene a proponer el personaje. A todos los lectores, sean chicos o sean adultos, coincido con el autor, no hay para mí libros que sean para niños. Sin embargo, yo acá voy a hacer una distinción importante, me parece que esto es una experiencia de niño, ¿si?, lo que quieras vivir adentro es una experiencia que vos vivís, y es una lectura urgente… para los adultos. Una lectura necesaria para los adultos, porque nos hace volver. Cuando uno lee párrafos que uno dice: Qué familiar, yo también percibia al mundo de esta forma. Nos invita a jugar y nos invita a jugar con juguetes de agua. Si pensamos en la forma del agua, que, podemos decir bueno el agua adopta la forma de quien la recibe. Y esto también tiene mucho que ver con el espíritu del libro, después voy a profundizar este concepto más. Para los chicos le va a resultar, además de un plus de diversión —que a mi me asombró profundamente—, que puede parecer que es un libro interactivo. ¿Por qué es un libro interactivo? y bueno porque tenés espacios para dibujar, tenés espacios para colorear los dibujos que el autor hace, tenés espacios para pensar y escribir lo que quieras, tenés incluso un espacio para hacer una tercera versión de un poema, es decir, él hace una versión, hace otra y la tercera, si tenés ganas, la hacés vos. Esto, que puede generarnos diversión, nos puede desautomatizar, que estamos acostumbrados a ir de esta forma, este análisis que siento que debo hacer acá, no quiero que se me escape decir que esto es profundamente ideológico. Esta ideología se ve en muchas partes del libro empezando por el epígrafe del libro, que es de Alicia en el país de las maravillas y dice: “¿Para qué sirve un libro si no tiene diálogos ni dibujos?”. Es como la contracara de la literatura solemne. Es como una apertura… por más que las herramientas pudieran haber sido de lo más incomprensible, ahora vamos a hablar de eso también. Para que un libro nos conmueva, más allá del tema que trata y demás, ¿Cuándo un libro podemos decir que es literatura? Cuándo nos conmueve ¿y cuando nos conmueve?, cuando la forma y el contenido del libro coinciden. Les debe haber pasado más de una vez que a veces leemos y decimos, uy la idea estaba buena pero… o decimos, que bien escribe este hombre sin embargo no me llegó. Bueno, acá, para mí uno de los méritos mayores que tiene este libro es la perfecta coincidencia entre forma y contenido. ¿Qué es el contenido de un libro? lo que el libro habla, ¿eh? la forma es cómo hace, cómo hace para que a nosotros nos llegue ese contenido. Bien, el mensaje, si se quiere, del contenido del libro tiene que ver como dijo él (señala al autor) con Toscolitio, amigos, personajes… con narradores infantiles, nenes y nenas, cuyas voces están perfectamente construidas, digo, cuando leemos Toscolitio no decimos, este es un tipo grande que se hace el nene para escribir, no, es, fluye, es una voz natural. Y llegamos a uno de los, de las también de las cosas, hay dos cosas que a mi me… uno es el personaje Toscolitio, es… está perfectamente construido. ¿Y por qué digo esto, de dónde me agarro para decir esto? Primero porque es un personaje que en lo personal me conmovió un montón. ¿Sí? ¿Qué me, que me produjo Toscolitio? y me hizo reír mucho, me hizo pensar bastante, me hizo recordar cosas de la infancia… e… me pintó un lagrimón también… en algunos momentos. Emmm… y bueno, en realidad es por un lado, lo que más… mejor dicho, haber, es un personaje elíptico, es decir, es más, lo que no sabemos de Toscolitio, tiene que ver con lo que decían ustedes hoy espontáneamente (se dirige a parte del público) en la mesa, que lo que sabemos de Toscolitio. ¿Qué sabemos de Toscolitio? haber, ¿qué sabemos? Toscolitio viene de otra parte, Toscolitio… a ver, hay cosas que no me quiero, no quiero cambiarlas: (lee) es de silencio, no le gusta replicar, no es inmortal, sufre, y sus amigos, tiene hambre y su amiga le da de comer, es vulnerable, es genio, y a su vez tiene esa fortaleza de lo vulnerable, de lo extremadamente vulnerable, que es la verdadera fortaleza, ¿no?, emmm… entonces este personaje que nos produce es en serio, ese no saber pero de dónde viene… pero, en realidad, ¿es un nene? porque también es Bulemún, es maestro, y a veces habla como maestro, pero, sin embargo, no quiere discípulos ni plumeros. No, no hay manera de ponerlo en un lugar quieto, fijo, él también es de agua… y esto, a nivel de construcción del personaje es un gran logro. ¿Por qué? porque genera misterio, genera misterio… genera los múltiples sentidos, si genera los múltiples sentidos genera las múltiples lecturas, de modo tal que cada uno de los lectores, más allá de la edad que tenga, va a haber lectores que significan a Toscolitio de una manera libre, podríamos decir que lo ficcionalizan nuevamente, que tiene o toma el Toscolitio que necesita más bien, uno toma lo que necesita en realidad. Y para eso también escribe, para que el otro tome lo que necesita. Para que el otro complete el texto que uno escribe en realidad. Esto hace al contenido del libro, pero ahora vamos a la forma. Es decir, Toscolitio no es Toscolitio sin su voz. Y la voz de Toscolitio es parte de la maravilla de su construcción, porque alguien así tiene que hablar de esa forma. ¿Y cual es la forma que habla Toscolitio? Una forma surrealista y prosa poética, por supuesto, prosa poética surrealista. ¿Cuándo hablamos de surrealismo a qué nos referimos? y bueno, vamos a entrar en un mundo que tiene que ver con la invitación inicial de jugar, vamos a entrar en un mundo que nos va a producir …………………………………. ¿si? hay como que acostumbrarse, es un lenguaje construido diferente, pero justamente de eso se trata, sí, de buscar decir de otra forma, y con eso abrir los candaditos de la razón, buscar otros sentidos posibles. Sin embargo, no es un surrealismo snob, ¿eh? de esos que entiende nada más que cuatro personas en una montaña, digamos, no, es un surrealismo, que si bien posibilita múltiples sentidos, se entiende enseguida, porque está hecho de una voz infantil, como decía él hoy (se refiere al autor que está a su lado) emmm y ese surrealismo que tiene una profunda crítica social, podría hacer toda una charla sobre la ideología de Toscolitio, ¿eh? o sea, el Toscolitio va a mostrar ver puesto en jaque las relaciones entre hombres y mujeres, casualmente, ha puesto en jaque ciertas pautas educativas que educaron a los chicos, cómo los chicos ven, ciertas cuestiones, digamos, de las diferentes clases sociales, las injusticias sociales. Incluso algunos dibujos del autor en donde vemos su ideología explícita, ¿Si? si el símbolo del súper hambre es el signo pesos y si hay tacones agujas que tiene colmillos… es toda una ideología puesta ahí. Sin embargo, el tono, el tono no es para nada didáctico, ¿eh? acá nadie nos baja línea, no hay ningún tipo de panfleto. Si lo ves lo ves y sinó encontrás otra ropa para leer Toscolitio, no hay manera de encasillar ni al personaje, ni al libro, ni a sus compañeros, no hay manera de ponerle rótulos. Son juguetes de agua, señores, cada uno de nosotros va a terminar dándole la forma que necesitemos, que queramos, ¿eh? Y lo último que quiero decir es que se trata de una prosa poética, que esto es… lo otro que me parece, así como la construcción de Toscolitio me parece fantástica, esta parte me parece fantástica y la admiro profundamente, para mí es la poesía más difícil de construir. No la poesía que narra emociones autoreferenciales, emmm… fácil, tampoco es la poesía, como muchos creen, que cuanto más rebuscada son las palabras que toma, más ampulosa, al abdicado lenguaje y que menos emociona a los demás, esa es poesía, y hable de las constelaciones que se dan en Júpiter. Ésta poesía es la poesía de la gelatina de naranja, es la poesía del vaso de leche, de las mediajúpiter. Y es muy difícil de construir principalmente porque es difícil verla, de recibirla. Quiero decir, uno puede hacer poesía de la otra haciendo un como si. Uno no puede escribir este tipo de poesía si el autor empírico no pone su corazón en juego. Para inventar estos versos él tiene que reinventarse a sí mismo, tiene que reinventar su mirada para no dejar de ver esta poesía una y otra vez, y en cuanto adulto: es un trabajo. Pero es un trabajo que Toscolitio nos invita a hacer a todos, en realidad, a todos sus lectores. Toscolitio lo que viene y nos susurra es: no te olvides, crecer es otra cosa, eso es lo que viene a decirnos. Para terminar yo quisiera leer, una parte, una de las tantas que me conmovieron, que dice así:

Primero el mar de caricias y cuidados, cariño y amor. Después viene lo otro.

Antes que nos mimen de todo, con mucho o con poco,
nos eduquen en la libertad de compartir, que no somos solos. Después lo demás.

Al principio hay la entrega, el encuentro, el accidente de otros,
la fantasía de convidarnos. Después lo innecesario.

Solo importa el amor. Después la cultura, la mano del hombre.

Así me enseñó el gusano loco y el caracol de mantecol,

hace muchos, pero muchos chupetines. (Primero el amor)


_________________________________

La presentación



La tarde del 19 de diciembre de 2012 a eso de las 18,30 hs. dimos inicio a la presentación universal del libro Toscolitio, juguetes de agua en la confitería porteña El Roncal.


Afuera llovía o la humedad agobiaba y se escuchaban las voces de los desclasados y de los acomodaticios. De todos modos el ruido era tal de los bombos parrilleros que se había hecho difícil hablarse a sí mismo. Por ese motivo nos juntamos, como cuando hay el fuego de un fogón. 


En la mesa de expositores estaba Mirna Salotti que después de una breve introducción de Marcelo Meza presentó su mirada profunda sobre el personaje y sobre la obra en sí. Su elocuencia y sensibilidad dio cuenta de una lectura no sobornada por la amistad con el autor, sino que supo compartir un análisis literario serio y a la vez desafiante y convincente. Su exposición resultó fundamental para que los presentes pudieran conocer a Toscolitio entre juguetes particulares. Así fue como Mirna seleccionó los textos más significativos y los leyó en voz alta, aunque no había micrófonos y en la calle mucho piquete de ojos y paros cardíacos, su voz se hizo escuchar igual. Hubo un público selecto por las circunstancias del día especial. Algunos niños acompañaron la presentación.

 

Con la pasión y el lenguaje refinado propio de una escritora como Mirna, cerró la primera parte del encuentro con muchos aplausos y la respuesta de un auditorio conmovido. 

Luego Eugenia Mur, cantante y docente, ganadora del pre Cosquín 2013 en Jujuy como cantante solista, nos regaló su voz acompañada en guitarra por Marcelo. No pudo dejar de expresar su cariño por el personaje, por su mundo de fantasía y la generosidad en que nos invita a creer que otra forma de vida es posible. Los aplausos generosos retumbaron en El Roncal. Aunque Mariana Aznarez no tomó la palabra, se supo recordar al público que su participación en el evento y en la producción de este libro fue más que fundamental, ya que no solo escribió el prólogo en esta edición de Macedonia, sino que también hizo un trabajo exhaustivo de corrección literaria. También fue generadora de varias sorpresas, por ejemplo el ploter de la tapa del libro en donde se lo ve de fondo en las fotos y de los chupetines TOPOLIN que se regaló a los presentes lo cual produjo no poca emoción. Era de ver los rostros al abrir sus juguetitos. 

Culminamos el encuentro con la lectura de parte de Marcelo de “Preguntalias” y Mirna cerró con “Lo que no”. Tras los aplausos finales el autor se dispuso a firmar ejemplares.



Gracias a Norberto Aznarez por la gentileza de ofrecernos el espacio de El Roncal para esta presentación.

















______________________________________________



Nuevo libro de Marcelo Meza



Presentación universal de Toscolitio, Juguetes de agua.


 Editorial Macedonia
 Formato de bolsillo. 13 x17,5 cm
122 páginas.
Buenos Aires, 2012.
Arte de tapa: Sandra Arteaga


Una lectura ideal para niños.








Campo corazón

Nadaba entre los campos de tréboles y los de gramillón. Sentir el pasto en los brazos y ser el dueño de la altura de los árboles es como nacer de nuevo. Se explota la cara de sonrisa, así los días se hacen buenos, gorditos. Toscolitio conoce la tierra y cuánto vale el barro. No dice palabra. Canta para sí, se comunica con lombrices, conversa con las mañanas frescas un laberinto de alegría. Los cascarudos se quedan mirándolo. Las hormigas no dejan de trabajar y se acerca a los ciempiés. Salta, baila, está contento, ha descubierto esa tierrita suave como alfombra de milagro llamada humus. Le produce risa un nombre tan esponjoso. Y se unta la cara con barro seco como si fuera un payaso de cielo. La panza de Toscolitio hace ruido, le reclama algo.
—E, e e… Toscolitio…—le dice la panza un poco mal educada, a lo que él se sorprende, no sabiendo que ella tuviera la facultad del habla. Hubo silencio y después de un rato volvió a escuchar:
—Chist, chist, acá… dame algo…—la cabeza de los pelos se le volvieron locos ¿Qué estaba sucediendo? El mundo del ombligo no se alarmó porque su dueño pusiera cara de pregunta.
—Chist, e, e… buscame algo para comer, tengo hambre.
Entonces Toscolitio entendió lo que estaba pasando. Entre tanto jugar de la acacia al eucalipto había olvidado meter algo que saciara el apetito. Toscolitio estaba solo en el mundo. No tenía hermanos ni mamá. Solo había unos amigos que él consideraba familia. No terminaba de pensar estas cosas que una sombra violeta se hizo presente de entre los arbustos y dos hojas gigantes y pequeñitas le taparon los ojos.
—¿Quién soy? Si adivinas te doy un premio.
Y a pesar de que el Bulemún conocía ese perfume de flor de naranjas silvestres y el suave frío de esas manitos de hojas, era cierto que entre todos sus amigos solo había una sola niña y esa era la pequeña Alfavera. Él dijo todo tipo de nombre de flores y de colores sabiendo que ese jueguito le arrancaba carcajadas a la pelirroja.
—Noo, dagle, Buglemún…—era tan de otra parte que se sentía como en casa con él.
—Sos… la… ¡dulce Alfa vera!
—¡Sí, Togscoplitio! —sus trenzas ladrillo bailaban contentas, contraste de arco iris con sus ojos brillantes como el asombro. Lo abrazaba fuerte, más fuerte que a un hermano. Y le daba un chocolatín de regalo. La sorpresa sería con ojos cerrados. A él también le gustaba verla feliz y le seguía la corriente. Al abrir los ojos el corazón se le movió tanto como su asombro. La amiga le había preparado un sanguche más grande que su cabeza. Tenía carne, tomate, huevos, queso y muchas cosas ricas. Para ella era un placer verlo comer. Se sentía satisfecha, como si hubiera llegado a Júpiter. La pelirroja supo acallar los gritos de la panza Toscolitia. Mientras el sol caía y el horizonte se unía en abrazo partido, uno durmió esa noche creyendo en la magia de la amistad, el otro: en el misterio del agradecimiento.    
 La corrección íntegra de este libro estuvo a cargo de Mariana Aznarez

No hay comentarios: